Cada vez son más los apicultores que encuentran un panorama desolador a la hora de visitar sus colmenas. Prácticamente la totalidad de las abejas han desaparecido sin una causa aparente. El síndrome de despoblación de las colmenas (Colony Collapse Disorder CCD en ingles) es un grave problema que ya ha diezmado un tercio de la población mundial de abejas. Apicultores, científicos y ecologistas de medio mundo trabajan contrarreloj estudiando el fenómeno y sus posibles causas mientras la mortandad de colmenas sigue aumentado año tras año.
Que es el Síndrome de Despoblación de las Colmenas
Se le ha llamado así a un inusual comportamiento de la colmena que se caracteriza por presentar una pérdida masiva de la población de abejas sin que este se pueda achacar a un agente patógeno claro. Nos encontramos colmenas en los que hay celdas con crías todavía operculadas, abundantes reservas de miel y polen, pero solamente la reina y unas cuantas obreras que la acompañan.
¿Qué provoca tan extraño comportamiento?
La respuesta no es sencilla, no hay un único factor que de forma aislada pueda explicar este fenómeno, sino que tenemos que buscar una combinación de varios de ellos, los cuales, actuando de forma conjunta, propician el escenario ideal para que se produzca. Fundamentalmente estamos hablando de tres factores: las abejas hambrientas, abejas envenenadas y abejas enfermas . Ninguno de estos tres elementos por sí solo forma masa crítica, pero si combinamos en mayor o menor medida cada uno de ellos damos con la letal receta de la desaparición de la colmena.
Abejas hambrientas
Las abejas se alimentan de flores, por lo tanto requieren un entorno en el que estén disponibles una variedad de especies en floración durante todo el periodo de pecoreo. El monocultivo produce un solo tipo de flor en un periodo muy reducido de tiempo que no logra satisfacer las necesidades nutricionales de las abejas. Ademas el uso de herbicidas hace que la diversidad de flora silvestre se vea muy reducida con lo que las abejas no pueden alimentarse ni alimentar a sus crías.
Abejas envenenadas
El uso de pesticidas es un gran problema para el medio ambiente y las abejas no son una excepción. Los insecticidas, herbicidas y fungicidas que se aplican a los cultivos llegan a las abejas a traves del polen, el nectar, el aire o el agua. Estos pesticidas tienen graves efectos sobre las abejas que no quedan sólo en el efecto a corto plazo, sino que a muy bajas dosis pueden tener efectos crónicos que las debilitan llegando a matarlas. En especial los llamados neonicotenoides han demostrado su efecto degradador de la función neuronal de las abejas afectando a su capacidad de aprendizaje y orientación. Los tratamientos químicos a los que sometemos a nuestras colmenas perduran en la cera que posteriormente es reutilizada en nuevos cuadros y colmenas contaminándolos.
Abejas enfermas
Las dos principales enfermedades que afectan a la salud de las abejas, Varroa y Nosema Ceranae, tienen un origen externo al habitat de las propias abejas. Al ser elementos intrusivos relativamente nuevos, la naturaleza todavía no ha dotado a la apis melífera con los medios para luchar o inmunizarse contra los nuevos enemigos, resultando su efecto devastador.
¿Qué podemos hacer?
Una vez que conocemos las causas, tenemos que utilizar todas las herramientas que tengamos a nuestra disposición para evitar que esto ocurra. Debemos procurar que nuestras abejas tengan disponible la mayor variedad posible de pólenes para su pecoreo y alimentarlas adecuadamente. Evitaremos, siempre que se pueda, que accedan a cultivos en los que son utilizados pesticidas. Debemos exigir a las autoridades la prohibición de estos pesticidas que dañan a las abejas. Exijamos a nuestros cereros una cera libre de químicos. Y por último no olvidemos ni descuidemos el control de la varroa.
Fotos por Guardian Liberty Voice y NightThree
JOSE says
Fantastico blog. Por fin me he enterado de porque hay cada vez menos abejas. Me parece muy interesante.
Ivan Asegurado says
Me alegra que te guste. Teniendo en cuenta que un tercio de la comida que ponemos en la mesa es gracias a las abejas, es como para preocuparse.
Un Saludo.
Raquel says
Interesantisimo! da bastante bajón leer estas cosas, imagino que es el precio de estar informada
Ivan Asegurado says
Hola Raquel,
Efectivamente a veces añoramos la felicidad del ignorante, pero el cambio solo puede producirse si viene precedido por el conocimiento.
Martin says
Hola Ivan!
Que alegre sorpresa me acabo de llevar al saber que estas metido en este proyecto tan bonito.
(soy Martin, antiguo compi de Marta en Imperial tobaco) en cuanto pueda me paso a visitaros.
Un abrazo a los dos.