¿Sientes curiosidad por saber las labores que realiza un apicultor? Os desvelamos los secretos de esta profesión, cuyos orígenes se remontan a hace más de 5.000 años.
La labor principal del apicultor es el cuidado de las abejas. Y este cuidado solamente puede darse a través del conocimiento y la comprensión de las abejas, su sociedad y ese supra individuo que es la colmena. Ha de conocer sus necesidades y anticiparse a sus demandas para así poder asegurar el mejor estado posible de los habitantes de sus colmenas.
Escucha a la colmena
El apicultor debe «escuchar» a la colmena, y esta escucha se hace a través de la observación. Una observación paciente y atenta que le permita detectar los pequeños cambios producidos, que son indicadores de nuevas demandas, problemas o cambios de fase.
Estudia a las abejas
Necesita conocer y estudiar su sociedad, su biología, sus hábitos y costumbres. No sólo debe saber identificar a los habitantes de la colmena, sino que debe conocer la idiosincrasia de cada uno de ellos y su relación con el resto. De esta forma el apicultor puede interpretar esos indicadores que ha observado y actuar en consecuencia.
Pastor de abejas
El apicultor es el pastor de sus colmenas, y al igual que el pastor conoce a su rebaño, el apicultor debe conocer a su «ganado» (así nos referimos a las abejas en el argot). Al igual que hay cabras que tienden más a morder o vacas que dan mayor o menor cantidad de leche, las colmenas son seres diferentes con su propia personalidad que el buen apicultor conoce. Como el pastor, el apicultor lleva a sus abejas en trashumancia a los mejores campos de flores, sabe cuando les falta alimento y debe proporcionárselo, cuando hace falta más sitio y tiene que introducir alzas, cuando hay que curar alguna enfermedad, cambiar la reina, etc.
¿Qué obtiene el apicultor?
Dejando a un lado el mayor o menor grado de satisfacción personal o curiosidad intelectual cubierta por el cuidado de las abejas, de estas colmenas el apicultor puede obtener beneficio de formas variadas, siendo muy común el uso combinado de casi todas ellas. Estos son los productos que podemos sacar de una colmena:
Salvando el mundo
Los pesticidas, el calentamiento global y nuevas enfermedades están diezmando de forma preocupante la población mundial, y hay varias especies de abejas en peligro de extinción. Dado que junto con el viento las abejas son el principal factor polinizador del planeta, sin las abejas la producción de frutos se vería drásticamente reducida, y la pirámide alimenticia se quedaría sin su base principal. La tarea de conservación que realizan los apicultores es esencial para mantener la buena salud del planeta.
Como dijo Einstein «si las abejas desaparecieran, a la humanidad sólo le quedarían cuatro años de vida». Así que la próxima vez que alguien os pregunte qué hace un apicultor, le podéis decir: “¡Salvar el planeta!”.
Fotos por Mats Hagwall, Ben Henderson, colleen y Desirae
Naba callata m nabal says
Rstoy plenamente de acuerdo con el contenido de comentario
Naba callata m nabal says
Como apicultor debemos siguer trabajando en el mondo para bien de los hermanos de humanidad